Forces

BUSK, cuyo enigmático título procede tanto del español (buscar) como del inglés (espectáculo callejero), nos invita a apreciar la fragilidad, la ternura y la resistencia del ser humano. A través del poder del colectivo, los bailarines ejecutan complejas estructuras coreográficas, recurriendo a todas las facetas de sus cuerpos y mentes en una búsqueda de la verdadera sabiduría.

Al son de una banda sonora tecno que se alterna con la batería y el bajo, los diecisiete bailarines, cautivados por el hechizo, se ven magnéticamente atraídos por unos movimientos nerviosos y, al mismo tiempo, ligeros y flexibles. Sharon Eyal destaca la fuerza colectiva como fuente de inquietud, soledad y resistencia. Un placer compartido que a veces nace del dolor, o del placer de luchar con la misma fuerza, por los mismos objetivos.